Comida Rápida: Carta al director Diario La Segunda
Señor Director:
Un aviso expuesto en una estación del Metro de Santiago que ironizaba con las largas filas de inmigrantes en extranjería para promocionar una hamburguesa desató la ira en redes sociales y debió ser retirado. No es primera vez que Metro de Santiago promueve la comida rápida. Durante muchos años, su Club Metro promocionó más de 10 cadenas de comida rápida, con rebajas para quienes cargaran $3.000 en su tarjeta Bip!
Esto sucedía al mismo tiempo que Junaeb modificaba la beca de alimentación de estudiantes para que se comprara comida saludable.
Al parecer, Metro de Santiago no aprendió la lección y continúa promocionando comida rápida en sus estaciones, como quedó en evidencia en este episodio tan desafortunado. Esto demuestra la falta de una política de Estado integral frente a la obesidad.
No basta con poner sellos negros en alimentos procesados, sino que es necesario que el Estado de Chile promueva la alimentación saludable y actividad física en todas sus instituciones: establecimientos educacionales y
de salud, fuerzas armadas y empresas públicas, incluido Metro de Santiago.
Dr. Fernando Vio del Río
Profesor titular INTA, U. de Chile
Carta para ser editada en periódico La segunda
Siento tener que expresarme así tan desagradablemente de la Clínica Las Condes, la cual es como nuestra casa.
Me refiero al servicio de todo el personal poco eficiente y poco rápido.
«Un enfermo no puede esperar». Necesita ayuda pronta y con amabilidad.
Fui a Urgencia el domingo 1 de diciembre. Caminé por los pasillos vacíos sin encontrar alguien en mi ayuda. Había una silla de ruedas arrinconada. Como mi mal era una pierna (tendinitis), la persona que me acompañaba debió llevarme por varios pasillos más hasta encontrar por casualidad el lugar indicado para que me examinaran.
Falta personal adecuado que se esmere en la atención del paciente. En las oficinas de consultas y pago se ve cansancio del personal (secretarias).
En esta clínica situada casi a los pies de la cordillera los que necesitamos acudir para sanar de nuestros males, no encontramos la acogida debida.
Lo siento de verdad el deterioro que encontramos en esta famosa clínica.
Al comienzo era una mansión pequeña, hoy se convirtió en una gran ciudad, pero carece de personas con dignidad y voluntad para atender quienes necesitan sanar sus dolencias.
Del servicio médico, nada que lamentar; es excelente a todo nivel.
Ojalá lo que expreso en esta carta abra los corazones de quienes administran la clínica Las Condes a la que me refiero con mucha gratitud y cariño.
Teresa Pometto Simonetti
Rut: 2681792-7
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