Decálogo de la compra sustentable

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Valora tus alimentos, ¡mejora tu nutrición!

¿Te ha pasado que vas al supermercado y te encuentras con una promoción irresistible y después ese alimento y ahorro termina en la basura?

Seguro que a más de alguno nos ha pasado. Comprar más de lo que de verdad necesitas o no revisar la fecha de vencimiento, son algunas de las prácticas recurrentes que, sin imaginarlo, conducen a que nuestro preciado alimento se convierta en desperdicio, afectando al bolsillo y al planeta.

Lo bueno es que podemos cambiar esta situación con tan solo cambiar nuestros hábitos de consumo y prevenir el desperdicio de alimentos con compras más conscientes y sustentables.

En 5 al Día queremos ayudarte, entregándote el Decálogo de la Compra Sustentable creado por nuestras amigas de Cadenas de Valor Sustentables, Catalina Giraldo y Nicole Bañados. ¡Presta atención y toma nota!

· Antes de comprar

  1. Planifica el Menú
    Toma lápiz y papel, pizarra o celular y escribe las preparaciones que realizarás durante las semanas siguientes, el número de comensales y las porciones. Prioriza alimentos con fecha de caducidad próximas a cumplirse, así como los alimentos ya preparados. Puedes apoyarte con aplicaciones, tales como la que encuentras en el siguiente link: www.EET.company

  2. Planifica tus compras
    Prepara una lista de compras en función de las comidas que prepararás. Ten en cuenta revisar la despensa y el refrigerador para no comprar de más. Puedes tomar una foto para recordar lo que ya tienes en casa y el espacio disponible.

· Durante la compra

  1. Sigue la ruta inteligente
    Si vas al supermercado, inicia el recorrido por alimentos secos y no perecederos, luego por los frescos o perecederos y, finalmente, los refrigerados y congelados. Al llegar a casa guárdalos partiendo por los refrigerados y congelados.

  2. Compra consciente, ¡prefiere a granel!
    Compra solo lo que necesites y no realices compras impulsivas; sigue la lista. Los alimentos no perecederos tienen diferentes volúmenes y presentaciones, elige aquellos que más se ajustan a tu necesidad. Las leguminosas son otro buen ejemplo de alimentos que pueden comprarse según la cantidad necesaria, además puedes reducir la cantidad de empaques cuidando el medio ambiente.

  3. Prefiere alimentos de temporada
    Comprar productos de estación y que se producen en tu localidad disminuye el desperdicio al disminuir la manipulación y el transporte; es por esto que llega más fresco a tus manos. Además, contribuyes al surgimiento de la economía local al mantener los productos a precios justos. En el sito web de ODEPA, podrás encontrar referencias con los Mejores Alimentos de Temporada y sus precios actualizados todas las semanas:

  4. Alimentos frescos más frecuente y menor cantidad
    Se recomienda comprar las carnes, frutas y vegetales en menor cantidad y mayor frecuencia.

  5. Elige frutas y verduras “feas”
    No juzgues la apariencia de los alimentos y dales una oportunidad, su sabor y nutrientes serán los mismos y, muchas veces, estarán a precios rebajados. Revisa algunas aplicaciones como Maifud o emprendimientos como Cosecha Imperfecta, que se especializan en comercializar bajo este paradigma.

· Si vas a un restaurante

  1. Pide porciones pequeñas o adecuadas a tu consumo
    Para evitar dejar comida en el plato, pregunta por el tamaño de la porción y, si es necesario, solicita que sea más pequeña.

  2. Fíjate en el menú
    Asegúrate que el menú tiene todos los productos de tu preferencia y si algún ingrediente no es tu favorito, puedes pedir que no lo incluyan en tu orden.

  3. Si sobró, pídelo para llevar
    Así, podrás comerlo en otro momento. Te recomendamos que siempre lleves, en tu bolso, tu propio recipiente.

Fuente: “Valora los alimentos, mejora tu nutrición”, Material de Desperdicio y Recuperación Alimentaria. Si quieres obtener este libro, puedes descargarlo en el siguiente link ➡️ https://bit.ly/3RoRg4j

Legumbres en conserva, ¡es necesario lavarlas!

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Para poder mantener los alimentos en buen estado por más tiempo se han desarrollado diferentes técnicas de conservación a lo largo de la historia. Dentro de estas podemos encontrar algunas más tecnológicas, como la luz ultravioleta, y otras más clásicas, como la utilización de la salmuera.

En palabras simples, la salmuera es una mezcla de agua con una alta concentración de sal, mayor al 15% (es decir, 15 gr de sal en 100 ml de agua), ya que desde esa concentración en adelante, permite que las bacterias y hongos no puedan sobrevivir en las características de dicho ambiente, además de evitar que proliferen.

A pesar de lo anterior y de ser un buen método de conservación, los alimentos que son conservados con este método, como las legumbres, tienen un contenido de sodio muy elevado, por lo que a la hora de consumirlo es necesario disminuirlo, pero ¿cómo lo hacemos? ¡Simple! Lavando esos alimentos.

Es acá donde radica la importancia del lavado de las legumbres en conserva, en disminuir el contenido de sodio que tienen, evitando un elevado consumo de este, lo que favorece a evitar enfermedades como la hipertensión, afecciones cardíacas, renales y cerebrovasculares.

Proceso de lavado:
Lo primero que debemos hacer es verter las legumbres en un colador, asegurándose de botar todo el líquido que trae la conserva.
Luego, en el mismo colador, poner las legumbres bajo el chorro de agua, por al menos 1 minuto, con el fin de eliminar la mayor cantidad de sodio posible.
Finalmente, debemos dejar escurrir para eliminar el exceso de agua.

Crece fuerte y sano, consume frutas y verduras

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Los expertos recomiendan que el consumo de frutas y verduras sea de 400 g o 5 porciones diarias. Este es un hábito que recomendamos desde hace tiempo en 5 al Día, para prevenir el sobrepeso y la obesidad en niños escolares.

El cambio en los estilos de alimentación, junto al sedentarismo, constituyen problemas mundiales que explican en gran medida la prevalencia de obesidad existente, en la población de países desarrollados y en desarrollo.

Es por esto que el consumo de frutas y verduras hoy se hace fundamental, sobre todo en los más pequeños, ya que protegen contra el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles, debido a las propiedades derivadas de su composición, combinaciones de nutrientes y demás compuestos químicos que forman parte de la matriz del alimento, más que de sus nutrientes aislados. Son múltiples los beneficios del consumo de frutas y verduras en la prevención del sobrepeso y la obesidad, al reducir el porcentaje de tejido graso o adiposo, lo que se fundamenta en su contenido de fibra y bajo aporte de energía.

El efecto benéfico del consumo de frutas y verduras es atribuible tanto a su contenido nutricional como a la presencia de fitoquímicos o compuestos químicos naturales biológicamente activos que actúan como antioxidantes, es el caso de las vitaminas A, C y E, siendo las frutas y las verduras buena fuente de varias de ellas.

Por otro lado, la fibra es fundamental para el adecuado funcionamiento del intestino, con efectos fisiológicos como laxante, ha mostrado ser esencial en la prevención de enfermedades no transmisibles como la diabetes, la enfermedad cardiaca y algunos tipos de cáncer, puede usarse en el control de la obesidad, controla los niveles de lípidos sanguíneos, además de disminuir la respuesta glicémica, disminuyendo los niveles de glucosa en sangre, disminuye la ingesta de grasa y la densidad energética de la dieta, e incrementa la sensación de saciedad.

Diversas investigaciones han estudiado la asociación entre el consumo de frutas y verduras y la salud mental de los niños. Se ha podido determinar que existe una asociación positiva, es decir, que a un mayor consumo de frutas y verduras hay un mayor bienestar general, menor estrés, menos síntomas depresivos, menos ansiedad, disminución de los problemas de comportamiento, entre otros. Además, destacar que esta asociación aumenta cuando los niños presentan una dieta saludable en general.

Actualmente, estudios han demostrado que las frutas y verduras son fundamentales a la hora de lograr un crecimiento en estatura óptimo en los niños, esto por el alto contenido de potasio y magnesio en frutas y verduras puede contribuir potencialmente a la preservación del tejido óseo y la retención de calcio. Las frutas y verduras son ricas en vitaminas, como la vitamina C y la vitamina K, y se ha descubierto que ambas tienen efectos beneficiosos sobre la salud ósea. Otros micronutrientes como el zinc también se han relacionado con el crecimiento en altura.

Frutas y verduras en el deporte

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La nutrición juega un papel vital en el rendimiento deportivo y en la recuperación del cuerpo. Durante el ejercicio se generan una serie de productos (radicales libres), que pueden afectar el rendimiento, aumentar la fatiga y el daño muscular. Para prevenir estas situaciones, es necesario lograr un consumo adecuado de antioxidantes, como vitamina C. Estos se pueden obtener de las frutas y verduras.

Pero, ¿cuál es el papel que cumplen los antioxidantes? El consumo de estos permite disminuir el estrés producido por el ejercicio, por lo tanto, permite prevenir los efectos producidos por los productos.

Por otro lado, las frutas y verduras tienen polifenoles, los cuales son los encargados de entregarles el sabor y el color. Estos tienen una gran capacidad antioxidante, antiinflamatoria, además de mejorar la función vascular. Todos estos beneficios favorecen la recuperación muscular, disminución de la fatiga y del dolor muscular posterior a la realización del ejercicio, y mejora del rendimiento deportivo. Estos efectos son mayormente producido por frutas de color rojo, como los berries.

Además, las frutas y verduras también aportan vitaminas y minerales, los que son fundamentales para regular los procesos de adaptación que ocurren durante el entrenamiento y la fase de recuperación. Específicamente, las vitaminas participan en procesos para la obtención de energía, a partir de hidratos de carbono, grasas y proteínas, y en la síntesis de estructuras, como proteínas. Por ejemplo, la vitamina C, presente en frutas cítricas, kiwi y verduras verdes, participan en la mantención del músculo y huesos y formación de tendones.

Un ejemplo de mineral sería el potasio, el que se encuentra en frutas y verduras, el cual participa en la contracción y relajación del músculo, mantención de un correcto estado de hidratación, entre otros.

Otro, es el magnesio, el cual participa en el metabolismo proteico y energético, fundamentales a la hora de rendir en el deporte y en la formación de tejidos, como el músculo, por lo tanto, en la prevención de lesiones.

Al momento de realizar cualquier tipo de deporte o actividad física, el cuerpo y los músculos obtienen la energía de las reservas generadas por el consumo de carbohidratos (glucógeno). Es por esto que el consumo de carbohidratos es fundamental, con el fin de evitar una disminución del rendimiento por falta de energía y la fatiga durante la práctica, ya sea amateur o profesional. Para ambos casos, las frutas son una excelente fuente de carbohidratos, lo que le permite al cuerpo obtener energía a través de estos. Por lo tanto, son una excelente colación, previo a la realización de deporte, si ha pasado mucho tiempo (más de 3-4 horas) de la última comida.

El consumo de frutas y verduras, en conjunto con la realización de deporte o actividad física, son una excelente forma de prevenir enfermedades como la diabetes, hipertensión, colesterol alto, algunos tipos de cánceres, entre otros. La mezcla de ambos hábitos protegen nuestro corazón, músculos, huesos y órganos.

Ahora que comienza la primavera, aprovechemos al máximo los días soleados y las frutas y verduras para realizar actividad física. ¡Es una invitación del equipo 5 al Día!

¿Qué son las frutas climatéricas?

¿Sabes cuáles son las frutas climatéricas? ¿No? Pues bien, acá en 5 al Día te lo contamos todo.

Las frutas climatéricas son aquellas frutas que continúan con su proceso de maduración, es decir, con sus cambios en el color, textura, sabor y aroma, posterior a la cosecha.

Esto se debe a que en este tipo de frutas ocurren una serie de procesos químicos, como un aumento en la producción de etileno, lo cual permite que el proceso de maduración continúe, a pesar de ya estar cosechada.

Para este tipo de frutas, el tiempo de traslado, la humedad y la temperatura de mantención son fundamentales, ya que son factores que podría acelerar el proceso de maduración, por lo tanto, generar una mayor pérdida de estas, por una sobremaduración o una exposición a agentes, como bacterias u hongos, que las deterioren.

Por otro lado, en el caso de que se quiera que estas frutas maduren a una mayor velocidad, deben ser dejadas a temperatura ambiente, pero siempre bajo supervisión, para evitar que sobremaduren.

Algunos ejemplos de frutas climatéricas son: higo, manzana, ciruela, pera, kiwi, durazno, plátano, damasco, sandía, melón, mango, chirimoya, membrillo.

Ahora bien, llegó el momento de las frutas no climatéricas, que son aquellas que no continúan con su proceso de maduración posterior a la cosecha, ya que en ellas los procesos químicos no ocurren, es decir, no aumenta la producción de etileno, que les permita madurar estando fuera de la planta.

Es por lo anterior que, este tipo de fruta deben cosecharse, venderse y comprarse estando maduras, ya que luego de separarse de la planta conservarán su estado. Una ventaja de este tipo de frutas es que tienden a tener una mayor duración, un mayor tiempo de almacenamiento.

Es importante destacar que lo anterior no evita que este tipo de frutas sean expuestos a agentes como bacterias u hongos, que pueden producir su deterioro y, por lo tanto, no se vuelvan aptas para el consumo humano, ya que no debemos olvidar que son alimentos perecibles.

Algunos ejemplos de frutas no climatéricas son: limón, lima, naranja, piña, mora, uvas, mandarina, frutillas, granada, frambuesas, cerezas, arándanos, tuna.

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Guía práctica para hornear verduras

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Las ensaladas no son la única forma de consumir y disfrutar nuestras sabrosas verduras, también las puedes comer asadas, y sirven de acompañamiento para diversos platos, o incluso como plato principal.

En 5 al Día, sabemos que hay personas que no están acostumbradas de llevar las verduras al horno, es por esto que aquí van unos cuantos consejos prácticos para que les queden increíbles.

✅ Condimenta con alegría:
Salpimenta a tu gusto, antes de añadir el aceite y aprovecha de agregar sabor, gracias a diferentes especias y hierbas como tomillo, romero, laurel, salvia, estragón o albahaca, picados frescos o en seco; pero también ajo, jengibre, ralladura de cáscaras cítricas, vinagre y especias como pimienta, curry, pimentón, clavo de olor, comino.

✅ Pon papel mantequilla sobre la bandeja:
No hay nada peor que conseguir una tanda de verduras asadas a la perfección y que luego la mayor parte del sabor se quede pegado a la bandeja por no usar una superficie antiadherente. El papel de aluminio no funciona demasiado bien, ya que a veces se queda adherido y se rompe al quitar las verduras, y la gracia está en poder recoger los jugos que han soltado.

✅ Cada verdura tiene una personalidad y también un tiempo de cocción:
Aunque los tiempos de cocción indicados te pueden servir de ayuda, estos dependen del tamaño de las verduras y de su contenido en agua. Déjalas cocinarse tranquilamente, hasta que se puedan pinchar con un tenedor y luzcan un exterior tostado.

Tiempos de cocción

Alcachofas: 35-45 minutos
Lo mejor es dejarlas enteras. Las hojas exteriores quedarán negras, pero no te preocupes su interior estará tierno y jugoso.

Berenjenas 🍆: 40-45 minutos
Al igual que las alcachofas, las berenjenas también es mejor dejarlas enteras o, si prefieres, cortadas por la mitad a lo largo.

Brócoli 🥦: 15-20 minutos
Debes cortarlo en floretes grandes para ponerlos en el horno. Luego, condiméntalo con aceite de oliva y una pizca de sal.

Zapallo Italiano: 15-20 minutos
Te recomendamos cortarlo por la mitad, a lo largo. Queda estupendo condimentado con tomillo, además de aceite de oliva y una pizca de sal.

Zapallo: 20-25 minutos
Si quieres puedes asarla en rodajas gruesas (redondas o por la mitad) con piel y todo, ¡mucho mejor!

Cebollas Blancas y Moradas 🧅: 45-60 minutos
Lo único que tienes que hacer con estas clásicas verduras es quitarles las capas exteriores y asarlas enteras.

Coliflor: 25-30 minutos
Córtalo en hojas grandes para ponerlos en el horno. Condiméntalo con aceite de oliva y una pizca de sal.

Coles de Bruselas: 35-40 minutos
Sazónalas con una pizca de sal, pimienta y aceite de oliva, y cocínalas en el horno hasta que tomen un color café oscuro.

Espárragos: 10-15 minutos
Con estas deliciosas verduras, solo debes recubrirlos con un poco de aceite de oliva y añadir una pizca de sal y pimienta.

Porotos Verdes: 10 minutos
A estos brotes, puedes darles una cocción rápida previa para que queden más tiernas, luego con su paso por el horno quedarán ligeramente crujientes.

Pimientos 🫑: 45-60 minutos

Puerros: 45-60 minutos

Tomates 🍅: 25-30 minutos
Para el horno, prefiere tomates grandes y maduros. No hace falta pincharlos, ya que el tomate suelta muchos jugos mientras se está asando. Lo mejor es asarlo aparte.

Zanahorias 🥕: 20-30 minutos
Estas sabrosas hortalizas solo tienes que ponerlas enteras en el horno ¡y listo!

Frutas y verduras, siempre bien lavadas

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Durante el proceso de cosecha y poscosecha, las frutas y verduras están expuestas a diferentes bacterias, virus y parásitos, procedentes de diferentes fuentes como el suelo, abono, agua de riego, transporte, recolección, mal lavado y almacenamiento.

A partir de estas fuentes, las frutas y verduras se pueden contaminar de bacterias como E. Coli, Salmonella, Shigella, Campylobacter, S. Aureus, entre otros, además de virus, como el cólera, y parásitos. Todas estas bacterias pueden causar enfermedades transmitidas por los alimentos al ser humano, como malestar gastrointestinal (dolor de estómago, náuseas, diarrea, vómitos, etc.).

Como consumidores finales, no podemos manejar todos los procesos que ocurren previo a la llegada de las frutas y verduras a nuestra mesa, pero sí podemos controlar todo lo que ocurre desde ese momento en adelante.

Es aquí donde radica la importancia del lavado de frutas y verduras, ya que en la cáscara es donde se encuentra la mayoría de las bacterias, virus y parásitos, los que pueden pasar a la pulpa de la fruta o de la verdura, lo que podría llegar a causar las enfermedades, en especial si las frutas y verduras serán consumidas de manera cruda.

A modo general, el proceso de lavado de frutas y verduras es el siguiente:
1- Lavar la fruta directamente debajo del chorro de agua, por al menos 20-30 segundos, frotándolas con las manos o un cepillo, de manera constante.
2- Luego, se deben enjuagar, revisando que no queden restos de suciedad o insectos, ya que estos son indicadores de que el lavado fue realizado con la energía y por el tiempo necesario.
3- Finalmente, deben secarse, con un trozo de papel, toalla o paño de cocina limpio, teniendo especial cuidado que no queden húmedas, en especial, cuando serán guardadas y no serán consumidas inmediatamente, porque la humedad puede ser un ambiente propicio para el desarrollo de bacterias y parásitos.

Además, es importante destacar que es necesario tener las manos limpias previo al lavado de las frutas y verduras, ya que en estas también puede encontrarse bacterias, virus y parásitos que pueden contaminarlas. Por lo tanto, es necesario un lavado previo de manos, con agua y jabón por al menos 30 segundos.

En los próximos días, compartiremos cómo sería el lavado y desinfección de frutas y verduras según las características físicas de estas. ¡Así que quédense muy atentos!

Cómo hacer que los niños consuman más verduras

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Cámbiale la cara a tus platos

Las verduras son alimentos sabrosos, nutritivos y fundamentales en la dieta de cualquier persona, sobre todo de los más pequeños, por la gran cantidad de beneficios que aportan. Pero siempre hay excepciones y, en algunos casos, las verduras no son uno de los platos favoritos de los niños. Lo que se vuelve en un verdadero dolor de cabeza para los padres conseguir que sus hijos las coman sin forzarles a ello.

Es por esto que el equipo 5 al Día ha preparado algunos consejos y recetas para incorporar de forma novedosa las verduras a la dieta diaria de tus niños. Con un poco de imaginación podremos convertir un inapetente plato en un entretenido y delicioso plato.

Bueno, tomen lápiz y papel, porque aquí van los consejos:

Presentaciones originales:
Cuando un alimento no entra por la boca, debemos echar a volar nuestra imaginación y conseguir presentarlo de forma divertida y atractiva para que entre por los ojos. Por ejemplo, dibujando paisajes o figuritas con las verduras, creando caritas graciosas con los diferentes alimentos o jugando con las diversas formas y colores de las verduras.

Poner nombres divertidos:
Un estudio elaborado en la Universidad de Cornell (EEUU), sugirió que cambiar el nombre a las verduras incrementaba su consumo entre los niños. De este modo, las zanahorias pasaron a ser «zanahorias de visión de rayos X»; el brócoli, «brócoli de puño poderoso» y las habas se convirtieron en «habas verdes locas». Los niños reaccionaron positivamente frente a esto, sintiéndose atraídos por la novedad.

Dando argumentos:
Por lo general, vamos tan deprisa por la vida que no nos detenemos a explicar a los niños el por qué de las cosas. Explicar por qué las verduras son tan buenas, qué beneficios aportan al organismo o qué tipos de verduras existen, podría acercarles estos alimentos de manera teórica y razonable para lograr una mejor aceptación.

Incluirlos en las compras:
Hacer las compras con los niños es una idea fantástica para involucrarse en la elección de las verduras que desean comer. Mostrarles varias opciones y que ellos elijan la que más les gusta, ayuda mucho a la hora de aceptar con más ganas las verduras, así como mostrarles la amplia variedad de vegetales que existen, animándolos a probar cosas nuevas.

Crear un huerto familiar:
Tener un huerto en casa resulta una idea maravillosa, divertida y muy educativa para acercar las verduras a los niños. Conocer cómo se cultivan, cómo se cuidan o cuándo es momento de recogerlas, no solo es una excelente forma de involucrares en el cuidado del medio ambiente, sino también de hacerlos responsables de su propia alimentación.

Involucrarlos al cocinar:
Hay estudios que aseguran que los niños que ayudan a sus padres a cocinar consumen un 76% más de verduras y hortalizas, por elección propia. Esto se debe, principalmente, al desarrollo de emociones positivas que les provoca sentirse útiles, además del orgullo y la independencia que genera contribuir a la preparación de los alimentos de toda la familia.

No desistir:
El rechazo sistemático a probar alimentos es un fenómeno muy frecuente en la infancia y suele darse de manera habitual con las verduras. Ante esta actitud, por parte del niño, es importante no forzarlo a comer, pero tampoco desistir en ofrecerle verduras y frutas. ¡Ojo! Según los expertos, la aceptación suele llegar tras haberlas probado entre 10 y 15 veces.

Dar ejemplo:
Lo hemos dicho en muchas ocasiones, los niños aprenden por imitación, observando los hábitos alimentarios de la familia e imitando nuestros comportamientos. Es por ello que no tiene sentido intentar que nuestro hijo coma verduras, mientras nosotros no las incluimos en nuestra dieta.

Y bien, amigos y amigas, he ahí una buena cantidad de alternativas para motivar e introducir a los más pequeños en este maravilloso y nutritivo mundo de las frutas y verduras.

Pero esto no es todo, porque en las próximas semanas en 5 al Día seguiremos profundizando en el primero de nuestros consejos y les entregaremos semanalmente una sabrosa e ingeniosa receta para hacer que nuestros niños consuman más verduras.

Frutas y verduras para fortalecer el sistema inmune

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Nuestro sistema inmune es una red compleja de células, tejidos y órganos que interactúan entre sí para combatir infecciones y enfermedades. Una alimentación saludable, variada y equilibrada contribuye a fortalecer este sistema y hacerlo más eficiente. Un grupo de alimentos altamente efectivos en el logro de aquello, son las frutas y verduras, ya que, además de aportar fibra dietética, contienen una gran cantidad de minerales y vitaminas que nuestro cuerpo necesita para funcionar de forma correcta y mantenernos sanos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir un mínimo de 400 gramos diarios de frutas y verduras, que corresponde a 5 porciones, para prevenir enfermedades crónicas como cardiopatías, cánceres, diabetes y obesidad, entre otras condiciones de salud.

Teniendo en cuenta que estamos entrando en época de invierno, lo cual conlleva un aumento de enfermedades, sumado a la actual pandemia por COVID-19, es fundamental conocer cómo podemos fortalecer nuestras defensas y qué beneficios nos aportan alimentos, como frutas y verduras, a nuestra salud.

Vitaminas

Las vitaminas son nutrientes esenciales que no pueden ser sintetizados en cantidades suficientes por nuestro organismo. Por esta razón, el consumo de alimentos fuentes de vitaminas, como es el caso de frutas y verduras, se hace vital para el correcto funcionamiento de diversos procesos fisiológicos.

Las frutas y verduras contienen cantidades variables de vitaminas hidrosolubles del complejo B, vitamina C y en menor proporción, vitaminas liposolubles como A, D, E, K. Las vitaminas B6, B12 y B9 (folato) participan conjuntamente en la formación de proteínas relevantes para el sistema inmune y el ADN, mientras que la vitamina C juega un papel importante por su función antioxidante ayudando a contrarrestar los efectos inflamatorios característicos del resfriado o infecciones respiratorias y a regenerar otros antioxidantes como la vitamina E. Por otro lado, vitaminas como la A también tienen un rol importante en la regeneración de tejido epitelial dañado en procesos inflamatorios y en la respuesta de anticuerpos frente a infecciones. Se destacan alimentos como kiwi, frutilla, papaya, naranja, mandarinas, limón y pimentón rojo y verde y brócoli por su contenido de vitamina C. Además, también contamos con alimentos como la zanahoria y el zapallo camote, los cuales son fuentes importantes de vitamina A (o betacarotenos).

Minerales

Los minerales son micronutrientes esenciales para el organismo como componentes estructurales y reguladores de diversos procesos corporales. Estos, no pueden ser sintetizados de manera autónoma en nuestro organismo, por lo que deben ser aportados a través de la alimentación. Dentro de los principales minerales encontrados en fuentes vegetales, podemos encontrar el hierro, potasio y magnesio. Cabe destacar el hierro, el cual es esencial para la proliferación y diferenciación de las células, incluyendo algunas que son parte fundamental del sistema inmune. Dentro de las fuentes vegetales, este mineral se encuentra principalmente en verduras de hojas verdes como espinaca y acelga. El potasio es destacado en los damascos, plátanos, kiwis, brócoli, betarraga, coles de bruselas, entre otros. Mientras que las verduras de hoja oscura son las verduras con mayor contenido de magnesio.
Estos minerales son importantes para fortalecer y potenciar el funcionamiento de nuestro sistema inmune con el fin de combatir las enfermedades de manera óptima.

Antioxidantes

Si bien muchos de los minerales y vitaminas mencionados anteriormente son antioxidantes, también existen otros componentes con actividad antioxidantes característicos de frutas y verduras, por ejemplo, los polifenoles, los cuales ayudan a combatir el envejecimiento celular y a prevenir muchas patologías. Dentro de las frutas y verduras que destacan por su contenido de antioxidantes, se encuentran los frutos rojos (frambuesas, frutilla, arándanos, maqui), ajo, cebolla, brócoli, entre otros.

Por último, es importante que se incorporen y consuman frutas y verduras de variados colores durante el día, esto ya que cada color está asociado con distintos nutrientes, por ende, con diferentes beneficios para la salud.

¡No olvides consumir al menos 5 porciones entre frutas y verduras para mantener tus defensas funcionando correctamente!

Referencias

Shakoor, H., Feehan, J., Al Dhaheri, A. S., Ali, H. I., Platat, C., Ismail, L. C., Apostolopoulos, V., & Stojanovska, L. (2021). Immune-boosting role of vitamins D, C, E, zinc, selenium and omega-3 fatty acids: Could they help against COVID-19?. Maturitas, 143, 1–9. 

Rubin, L. P., Ross, A. C., Stephensen, C. B., Bohn, T., & Tanumihardjo, S. A. (2017). Metabolic Effects of Inflammation on Vitamin A and Carotenoids in Humans and Animal Models. Advances in nutrition (Bethesda, Md.), 8(2), 197–212. 

Iddir, M., Brito, A., Dingeo, G., Fernandez Del Campo, S. S., Samouda, H., La Frano, M. R., & Bohn, T. (2020). Strengthening the Immune System and Reducing Inflammation and Oxidative Stress through Diet and Nutrition: Considerations during the COVID-19 Crisis. Nutrients, 12(6), 1562. 

Unidos por una sociedad más saludable

Miembros del directorio de la Corporación 5 al día, estuvieron hoy en una reunión con el Ministro de Agricultura, Sr. Esteban Valenzuela, con el fin de organizar acciones en conjunto, para la promoción del consumo de frutas y verduras.

Entre los miembros del Directorio se encontraba el presidente de la corporación, Dr. Fernando Vio del INTA, el secretario Profesor Marco Schwartz de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, el tesorero Sr. Gonzalo Bravo de Lo Valledor, la directora Ejecutiva Sra. Isabel Zacarías y la secretaria ejecutiva Sra. Alejandra Domper, además del Presidente de la Asociación gremial de productores y exportadores de hortalizas de Chile Sr. Cristian Muñoz.