Lectura recomendada: Nueva publicación de FAO

FRUTAS Y HORTALIZAS Oportunidades y desafíos para la agricultura sostenible a pequeña escala

Este libro convencerá al lector de la importancia de las frutas y hortalizas, y le hará ver que la producción a pequeña escala de estos cultivos es fundamental para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible. A lo largo de sus cinco capítulos, el lector conocerá los desafíos y las recompensas para los productores, los vendedores y los consumidores.

Capítulo 1: definición práctica de las frutas y hortalizas, y justificación del apoyo a los pequeños agricultores y las cadenas de valor.

Capítulo 2: opciones de manejo agrícola para garantizar que la producción sea sostenible, incluyendo recursos genéticos, sistemas de semillas, manejo del agua, suelo, nutrientes y control de las plagas y enfermedades.

Capítulo 3: opciones para integrar a los pequeños agricultores comerciales que cultivan frutas y hortalizas en cadenas de valor socialmente inclusivas, lo que incluye servicios innovadores de manejo poscosecha, vínculos comerciales y reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos.

Capítulo 4: opciones para que los profesionales y los responsables políticos de diferentes niveles gubernamentales, institucionales y sociales promuevan la producción y el consumo sostenibles de frutas y hortalizas seguras, nutritivas y asequibles.

Capítulo 5: intervenciones e innovaciones clave para facilitar la producción sostenible de frutas y hortalizas en los países de rentas medias y bajas de todo el mundo.

Esta publicación lleva al lector a un viaje, presentándole una diversa variedad de frutas y hortalizas a través de estudios de casos ilustrados de todo el mundo. Contiene argumentos a favor de la importancia de estos cultivos y anima a los lectores a desempeñar un papel activo tanto en la promoción de la producción de frutas y hortalizas como a la hora de alentar a la gente a consumirlas.

Enlace para su lectura o descarga ➡️ https://www.fao.org/publications/card/es/c/CB4173ES

 

 

Frutas y Verduras que ayudan a mantener una presión arterial normal

La hipertensión arterial es una enfermedad crónica en la cual los vasos sanguíneos tienen persistentemente una tensión elevada; esta tensión se genera por la fuerza de la sangre que empuja las paredes de los vasos sanguíneos (arterias) cuando el corazón bombea. Cuanto más alta es la tensión, más dificultad tiene el corazón para bombear. (OMS, 2021)

Según la Encuesta Nacional de Salud (ENS, 2016 – 2017) la prevalencia de hipertensión arterial en la población chilena es de un 23,7%, siendo el principal factor de riesgo aislado al cual se atribuye la mayor carga de muertes en Chile (MINSAL, 2019). Parte importante del control y tratamiento de la hipertensión arterial están relacionados a la adopción de estilos de vida saludable, donde la alimentación juega uno de los papeles principales en este estilo de vida. La Asociación Americana del Corazón recomienda la dieta DASH (Estrategias Dietarias para Detener la Hipertensión) para las personas que tengan hipertensión arterial; esta dieta consiste en aumentar el consumo de frutas y verduras, fomentar una alta ingesta de legumbres, incluir el consumo de frutos secos y lácteos descremados, fomentando un consumo moderado de carnes con bajo aporte de grasas y un bajo consumo de alcohol, de carnes procesadas, de azúcares y harinas refinadas. Mediante estas modificaciones se pretende aumentar el consumo de micronutrientes, los cuáles son el potasio, el magnesio, el calcio y la fibra; estos micronutrientes ayudan a bajar la presión arterial, manteniendo niveles normales (Farías M, et al, 2013).

 

En esta ocasión nos enfocaremos en señalar aquellas frutas y verduras que son una fuente alimentaria de estos importantes micronutrientes, y además se menciona la porción recomendada para su consumo.

 

Potasio

Se recomienda una ingesta de 3.500 miligramos de potasio al día (OMS, 2013), y para lograr esta meta se debe aumentar el consumo habitual de cereales de grano entero, frutas, verduras y lácteos bajos en grasa.

Dentro de las frutas con un buen contenido de Potasio tenemos a:

Fruta Porción recomendada de consumo
Plátano 1 unidad pequeña
Melón calameño 1 taza
Dátiles 5 unidades
Naranja 1 unidad regular
Ciruelas 3 unidades pequeñas

Dentro de las verduras con un buen contenido de Potasio tenemos a:

Verdura Porción recomendada de consumo
Alcachofa 1 unidad cocida
Betarraga 1 taza cruda o ½ taza cocida
Brócoli 1 taza cocido
Espinaca 1 taza cruda o ½ taza cocida
Zapallo ½ taza cocido

 

Magnesio

Se recomienda una ingesta de 300 miligramos al día para mujeres adultas y 400 miligramos al día para hombres adultos (García A. et al, 2017) y para lograr esta meta se debe aumentar el consumo de legumbres, nueces, semillas, cereales integrales, hortalizas de hojas verdes, leche y yogurt (NIH, 2020)

Dentro de las frutas con un buen contenido de Magnesio tenemos a:

Frutas Porción recomendada de consumo
Tuna 2 unidades regulares
Kiwi 2 unidades pequeñas
Plátano 1 unidad pequeña
Moras 1 taza
Frambuesa 1 taza

Dentro de las verduras con un buen contenido de Magnesio tenemos a:

Verduras Porción recomendada de consumo
Espinaca 1 taza cruda o ½ taza cocida
Acelga 1 taza cruda o ½ taza cocida
Betarraga 1 taza cruda o ½ taza cocida
Alcachofa 1 unidad cocida
Porotos verdes ¾ taza cocida

 

Calcio

Se recomienda una ingesta de 1000 miligramos al día (García A. et al, 2017) y para lograr esta meta se debe aumentar el consumo de leche, yogurt, quesos y frutas y verduras altas en calcio.

Dentro de las frutas con un buen contenido de Calcio tenemos a:

Frutas Porción recomendada de consumo
Papaya 1 unidad
Tuna 2 unidades
Pepino dulce 1 unidad
Naranja 1 unidad
Frambuesas 1 taza

Dentro de las verduras con un buen contenido de Calcio tenemos a:

Verduras Porción recomendada de consumo
Espinaca 1 taza cruda o ½ taza cocida
Betarraga 1 taza cruda o ½ taza cocida
Acelga 1 taza cruda o ½ taza cocida
Achicoria 1 taza
Brócoli 1 taza

 

Fibra

Se recomienda una ingesta de 25 gramos al día (García A. et al, 2017)  y para lograr esta meta se recomienda aumentar el consumo de cereales integrales, legumbres, frutas y verduras. (Almeida S. et al, 2014)

Dentro de las frutas con un buen contenido de fibra tenemos a:

Frutas Porción recomendada de consumo
Frambuesa 1 taza
Moras 1 taza
Papaya 1 unidad
Frutillas 1 taza
Níspero 3 unidades

Dentro de las verduras con un alto contenido de fibra tenemos a:

Verduras Porción recomendada de consumo
Bruselas 1 taza
Alcachofa 1 unidad cocida
Berenjena 1/2 taza cocida
Acelga 1 taza cruda o ½ taza cocida
Zapallo italiano 1 taza cocido

(INTA, 1999)

 

Para finalizar, es importante recordar la recomendación de consumo de frutas y verduras que nos entregan las guías alimentarias para la población chilena, la cual enfatiza en la incorporación del consumo diario de “5 veces frutas y verduras frescas de distintos colores cada día”. Esta recomendación asegura la ingesta de una variedad importante de minerales, fibra y otros micronutrientes contribuyendo a que nuestro organismo reciba los importantes beneficios a la salud del consumo de frutas y verduras, siendo uno de estos beneficios el ayudar a mantener una presión arterial normal (INTA, 2017).

 

Referencias:

 

Cómo hacer para evitar los desperdicios de las frutas y verduras

Hay partes de las frutas y sobre todo de las verduras que por costumbre mandamos al basurero, sin preguntarnos el porqué y sin cuestionarnos si tendrán alguna forma de consumirlas.

Estas partes de nuestros alimentos forman parte de la larga y gigantesco número de alimentos que, pudiendo consumirse, se transforman en desperdicio.

En 5 al día queremos darte algunos tips para que aproveches al máximo tus frutas y verduras y transformes en beneficios todos sus nutrientes.

Por ejemplo, ¿sabías que las hojas y tallos de betarraga son muy nutritivos? Su sabor es muy similar al de la acelga y nada parecido a la betarraga. Entre los nutrientes que aportan está la vitamina C, el ácido fólico y también la vitamina A.

Por otro lado, las hojas de zanahoria tienen un color verde intenso que no se oxida fácilmente y un sabor más suave que otras hojas verdes, y por lo mismo, se pueden aprovechar en varias recetas. Son buena fuente de vitamina K, antioxidantes y fibra.

Te apostamos a que no te lo habías imaginado, pero con las cáscaras de las papas puedes hacer unos deliciosos chips, ideales para acompañar nuestras sopas frías. Sólo tienes que ponerlos en una lata en el horno con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal. Ponlas en el horno hasta que estén crujientes, deja enfriar ¡y listo!

Y por últimos, ¿sabías que si colocas el plátano junto a otras frutas, terminará por apresurar la maduración de estas últimas? Si quieres que tus frutas no maduren tan rápido asegúrate de almacenarlos de forma separada.

Si quieres profundizar más en el tema, puedes encontrar otras ideas en el Manual de pérdidas y desperdicios de alimentos

Frutas y Verduras deshidratadas ¿Son saludables?

El aumento de consumo de alimentos ultraprocesados a nivel mundial (OPS/OMS, 2019) ha motivado la búsqueda de tecnologías que permitan desarrollar “snacks” que sean saludables y lo menos procesados posible. Dentro de las técnicas naturales para realizar snacks saludables encontramos la deshidratación de alimentos como frutas y verduras. Actualmente se han creado diversas “pymes” en nuestro país las cuales se basan en la venta y producción de frutas y verduras deshidratadas, además, en forma paralela se ha fomentado la compra de deshidratadores, ya sea eléctricos o solares, para realizar la deshidratación de frutas y verduras en casa.

En base a estos antecedentes, es importante conocer qué es la deshidratación, cuál es su origen y cómo afecta a las propiedades nutricionales de frutas y verduras.

La deshidratación corresponde a la reducción del agua que contiene un alimento mediante la aplicación de calor artificial, es decir, de manera artificial o industrial utilizando hornos o secadores comerciales, en cambio la desecación corresponde a la reducción del agua que contiene un alimento mediante la aplicación de calor de forma natural, es decir, mediante técnicas artesanales como la exposición al sol. El proceso de deshidratación/desecación se utiliza con el fin de evitar el desarrollo de hongos y/o bacterias que descomponen los alimentos, y de esta forma aumentar su durabilidad. Las principales características que vemos en las frutas y verduras al ser deshidratadas es que disminuye su tamaño y su peso, lo cual genera cambios en sus características naturales, como sabor, color y aroma (PROCADIS, 2015).

La práctica de deshidratar/desecar alimentos se conoce como la forma más antigua de conservar alimentos para periodos de escasez. Los dátiles y las uvas (pasas) son las primeras frutas que se deshidrataron en la historia; En Mesopotamia fue el primer lugar donde se cultivaron los árboles que dan estos frutos, y que al producir demasiada fruta esta no era cosechada a tiempo y se quedaba en el árbol o caía al suelo donde llegaba fuertemente la luz solar, secando la fruta en vez descomponerse, y al comerla notaron un sabor concentrado. (FAO, 2019) (Fundación canal, 2016)

 

Pero, ¿La deshidratación/desecación afecta a las propiedades nutricionales de las frutas y verduras?.

La deshidratación/desecación produce una pérdida de nutrientes en los alimentos, tales como el agua y vitaminas hidrosolubles. Por otro lado, los alimentos secos son más altos en calorías en comparación con el mismo alimento fresco, debido a una mayor concentración del azúcar propio de la fruta o verdura, sin embargo, no hay cambios en la cantidad de proteínas, fibra, hierro y magnesio (CEPAL, 2016).

Entonces, ¿Cuáles serían las ventajas y/o desventajas de deshidratar/desecar frutas y verduras? (De Michelis A. et al, 2015) (FAO/ODEPA, 2019)

Dentro de las ventajas encontramos las siguientes:

  • Permite conservar frutas y verduras, aumentando su vida útil
  • Disminuye las pérdidas de frutas y verduras
  • Se puede almacenar fácilmente debido a la reducción de su tamaño y peso
  • Los azúcares propios de frutas y verduras se concentran generando un sabor concentrado

Dentro de las desventajas encontramos las siguientes:

  • Pérdida de vitaminas hidrosolubles, como la Vitamina C
  • Pérdida de características naturales de frutas y verduras, como el aroma, sabor, color y textura
  • Aumento de cantidad de calorías en comparación con la misma fruta y/o verdura fresca.

Entonces, ¿Se recomienda su consumo?

Para aprovechar todos los beneficios a la salud que nos entrega el consumo de frutas y verduras siempre se debe consumir fresca, por lo tanto, la fruta y verdura deshidratada no estaría incluida dentro de las 5 porciones de frutas y verduras diarias recomendadas.

Sin embargo, el consumo de frutas y verduras deshidratadas podría considerarse como un snack saludable en reemplazo de snacks ultraprocesados, siempre y cuando nos fijemos en ciertos detalles, tales como:

  • Evitar frutas y verduras deshidratadas/desecadas con adición de azúcar, sal y grasas (por ejemplo: frutas secas confitadas o saladas, ya que esto agregará más calorías, azúcares, sodio y grasas saturadas a estos alimentos, provocando que su consumo sea menos saludable).
  • Medir la porción de consumo con nuestra palma de la mano (un puñadito), así evitamos comer en exceso
  • Evitar el consumo frecuente, podemos preferir su consumo para ocasiones especiales como fiestas o convivencias en compañía de un alimento saludable, como salsas de yogurt natural o salsas de verdura natural.

 

Referencias:

Cómo hacer para ordenar la despensa

En post anteriores, vimos cómo organizar la compra de nuestros alimentos y también su ubicación en el refrigerador. Hoy, nos avocaremos a aquellos alimentos que no necesitan refrigeración, pero que de igual manera requieren de un cuidado y conservación.

Los alimentos que pueden almacenarse en la despensa son los alimentos no perecibles, es decir, aquellos que pueden permanecer a temperatura ambiente por más de 6 meses. Entre estos, tienes el azúcar, las pastas, el arroz, los enlatados, etc. Conservar estos alimentos es fácil, sólo se deben considerar algunas recomendaciones:

  • Verifica que el lugar de almacenaje cuente con una buena ventilación, que sea fresco y seco.
  • Antes de almacenar, verifica que los alimentos estén secos.
  • Guarda granos, semillas y alimentos en polvo, en recipientes herméticos que eviten la humedad y el ingreso de aire.
  • Los alimentos que estén en bolsas abiertas pueden cerrarse con clips, elásticos o pinzas, así se mantendrán frescos y se evitarán derrames.
  • Coloca los paquetes abiertos en frascos herméticos, con esto evitarás que los alimentos se aplasten o derramen, así se mantendrán frescos y en óptimas condiciones. Los frascos de vidrio son una excelente opción para este tipo de almacenamiento.
  • Los enlatados se deben revisar con frecuencia, verificando que no estén dañados, abollados o con fugas, si presentan estas condiciones NO se deben consumir.
  • Cuando almacenes productos enlatados, éstos deben estar apilados, pero manteniendo una altura que evite que se rompan o aplasten.
  • Recuerda, al almacenar alimentos, dejar adelante los productos con fecha de vencimiento más próxima, mientras que los productos nuevos se guardan en la parte de atrás.
  • La higiene en el lugar de almacenamiento y preparación de alimentos es fundamental para evitar enfermedades de trasmisión alimentarias.

Cómo hacer para organizar el refrigerador

Muchos de nosotr@s, después de comprar nuestros alimentos, llegamos y metemos todo al refrigerador… ¡craso error!

Si en otros post vimos que la compra de nuestros alimentos tiene un orden y un sentido, pues bien, el almacenamiento de éstos ¡también lo tiene!

Posterior a nuestras compras es necesario almacenar los alimentos de acuerdo a si se trata de productos frescos, congelados o refrigerados. Es importante mantener el menor tiempo posible a temperatura ambiente, aquellos alimentos que se deben congelar o refrigerar.

Para almacenar los alimentos se recomienda respetar, la fecha de elaboración y vencimiento. Los productos más “antiguos” tienen que ser consumidos antes. Es decir, se debe consumir primero aquellos alimentos que tienen fecha más cercana de vencimiento.

A continuación, te compartimos algunos aspectos que debes considerar para un correcto almacenamiento de tus alimentos:

– El primer paso consiste en Identificar los alimentos que necesitan refrigeración, es decir aquellos que debiesen almacenarse en lugares con temperaturas entre 0 y 5ºC. Esto se observa generalmente en la etiqueta del producto.- Después de identificada la temperatura, es importante definir la ubicación en el refrigerador.

– Estante superior: Se ubican los lácteos (por ejemplo: yogures, quesos, postres, lácteos) y huevos. Para la mayoría de los productos lácteos se recomiendan temperaturas bajas entre 2-4 ºC.

– Centro: Está destinado para productos preparados y/o listos para consumir en un lapso no mayor de 3 a 4 días. Enfría a temperatura ambiente los alimentos cocinados, antes de refrigerarlos y evita el gasto de energía innecesario.

– Parte inferior: Se ubican las frutas y verduras. Este espacio debe permanecer limpio y seco, para evitar el deterioro de estos alimentos.

– Puerta: Aquí se colocan aquellos productos que no necesitan de mucho frío para conservarse como por ejemplo salsas y aguas saborizadas con trozos de fruta o alguna verdura, como pepino y limón. Es importante evitar abrir innecesariamente la puerta del refrigerador y, cuando se abra, procurar que sea por el menor tiempo posible para evitar la pérdida de temperatura.

– Evita el contacto de productos como carne o pollos crudos con aquellos listos para el consumo, así evitarás la contaminación cruzada.

– Los alimentos procesados enlatados que fueron abiertos y que no se consumen completamente, es recomendable colocarlos en un recipiente con tapa, antes de guardarlos en el refrigerador.

– Separa las frutas muy maduras del resto y ubícalas en un recipiente especial para ello.

Cómo hacer para planificar las compras

Para evitar la pérdida y desperdicio de alimentos y el consiguiente malgasto del presupuesto familiar, es recomendable planificar la compra de alimentos. Así optimizarás los alimentos que tienes disponibles en el hogar y los que vas a comprar. Para ello, te compartimos estas recomendaciones antes de la compra:

· Revisa los alimentos disponibles: Es indispensable que revises la despensa y el refrigerador en el hogar para identificar los alimentos que te hacen falta y así se evitarás las compras en exceso.

· Planifica tu menú: Esta actividad consiste en diseñar las comidas que prepararás a partir de los productos disponibles en tu casa y de aquellos que debieras comprar. Te recomendamos priorizar en tu menú los alimentos cuyas fechas de vencimiento están próximas a cumplirse y los alimentos ya preparados.

· Innova con productos que ya tienes: Busca alternativas novedosas para tu menú, considerando aquellos productos que no sueles utilizar y que van quedando rezagados en tu alacena, pero que son comestibles y nutritivos. Reconocer esos alimentos que podrían ser parte del menú de la semana o del mes, hará que evites su desperdicio.

· Elabora una lista de compras: Primero verifica el presupuesto disponible, luego reconoce las cantidades necesarias de cada uno de los alimentos y agrúpalos según la forma de conservación en el hogar, todo esto facilitará su conservación durante la compra.

· Al comprar, ¡sigue la lista!: Una vez en el lugar de compra de preferencia, sigue la lista, esto ayudará a reducir al máximo las compras no planificadas.

· Sigue un orden: Al momento de seleccionar los alimentos, es importante seguir un orden, comenzando por aquellos productos que van en la despensa (alimentos no perecederos), seguido por los que se encuentran a temperatura ambiente y por último, elegir los alimentos refrigerados y congelados. De esta forma, se evita que estos se descongelen y pierdan sus propiedades.

· Fíjate en las fechas: Durante la compra, es importante tomarse el tiempo para leer la información que aparece en las etiquetas. Uno de los aspectos a considerar son las fechas de elaboración y vencimiento.

· Guarda primero los congelados: Al llegar a casa, es recomendable guardar primero los alimentos congelados y refrigerados.

Cómo hacer para evitar la pérdida de alimentos

La pérdida de alimentos es una triste realidad en todo el mundo. Se estima que 1.300 millones de toneladas de alimentos se pierden o desperdician anualmente, lo cual representa un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano.

A nivel del consumidor, entre las causas que originan el desperdicio de alimentos se reportan la escasa planificación a la hora de hacer las compras, las fechas “consumir preferentemente antes de”, una actitud “despreocupada” de algunos consumidores que se permiten desperdiciar comida y las respuestas a los estímulos de las compras por impulso en base a las ofertas del momento en los puntos de venta.

Es por eso que, en 5 al Día, hemos desarrollado unos tips para que evites la perdida de alimentos en tu hogar. Aquí van:
– ¡No realices las compras de alimentos con hambre! Es mejor ir después de haber comido, así disminuyen las compras de productos que muchas veces no son necesarios y que no serán utilizados de manera inmediata.

  • Si adquieres un producto nuevo, te recomendamos averiguar cómo prepararlo, para experimentar nuevos sabores.
  • Si hay una oferta que generará ahorros significativos en el presupuesto familiar, con fecha próxima a vencer, recuerda anotar y priorizar estos ingredientes para el menú de la misma semana.
  • Revisar las porciones es crucial. Algunos estudios indican que los niños sólo consumen el 60% de la comida que se les sirve. Al momento de definir el menú, es importante considerar las porciones para cada miembro de la familia.
  • Preferir los alimentos de temporada tiene enormes ventajas, ya que son más baratos, están en su punto de maduración y tienen mejor sabor.
  • Utilizar productos estéticamente menos atractivos, sea por su forma o tamaño, es una buena alternativa para evitar desperdicios de alimentos.
  • Mantén un listado de los alimentos que se van acabando en tu cocina para priorizarlos en la próxima compra.

Día Mundial de la Alimentación, pasemos a la acción

Día Mundial de la Alimentación ¡PASEMOS A LA ACCIÓN!

¡Llegó el día! Hoy es el Día Mundial de la Alimentación, este día tiene como función hacer tomar conciencia de que los consumidores de todo el mundo, necesitamos cambiar los viejos hábitos de consumo con objeto de mejorar los sistemas alimentarios. El cambio está en nuestras manos. Podemos trabajar e influir en lo que ofrece el mercado, optando por productos nutritivos, medioambiental y socialmente responsables. Esto ejerce presión sobre los gobiernos para que diseñen políticas más ecológicas y sostenibles, promuevan una mejor producción y, al mismo tiempo, incentiven una mayor inversión en dietas saludables y sostenibles.

A continuación, te entregamos unos tips de cómo podemos empezar:

Elige saludable

Necesitamos elegir salud en cada paso del Sistema Alimentario. ¡Empieza eligiendo alimentos diversos y nutritivos! Así como la variedad sostiene la biodiversidad, una dieta variada y equilibrada beneficia a tu cuerpo y a tu mente. Añade frutas, verduras, legumbres, nueces y granos integrales a tu dieta, y reduce los alimentos ultraprocesados con alto contenido de sal, azúcar o grasas. Aprende a leer las etiquetas de los alimentos para elegir sabiamente.

Prefiere lo sostenible

Empieza por elegir alimentos sostenibles que tengan en cuenta su impacto medioambiental. Elige frutas y verduras de temporada y locales; alimentos que requieran menos agua u otros recursos naturales para ser producidos; carnes o pescados que se produzcan o se capturen utilizando métodos sostenibles. ¡Y evita los alimentos con demasiados envases!

Reduce tus desperdicios

¡Compra solo lo que necesites y consúmelo todo! Cuando tiramos los alimentos, desperdiciamos el agua y la energía que se utilizaron para producirlos y transportarlos, y también aumentamos las emisiones de gases de efecto invernadero. Trata de mejorar el almacenamiento de alimentos y la planificación de las comidas en casa, y prepara encurtidos, salmueras o mermeladas con las frutas y verduras que no hayas consumido.

Recicla como la naturaleza

¡La naturaleza nunca desperdicia! El agua está siempre en constante movimiento en un ciclo natural, entre la tierra y la atmósfera. Aprende de la naturaleza e intenta reutilizar el agua en casa, por ejemplo, podrías usar el agua con la que cocinas las verduras, o incluso el agua de lluvia, para regar o nutrir tus plantas. También, puedes devolver los nutrientes al suelo haciendo compostaje de alimentos crudos o cocidos que ya no puedas comerte.

Apoya a los pequeños productores

Elige cadenas de valor cortas e inclusivas que conecten a los productores con los consumidores y nutran los ecosistemas. Busca las etiquetas de Indicación Geográfica (IG) o de la iniciativa sobre los productos de la Alianza para las Montañas que apoyan a los productores de alimentos. Estas iniciativas hacen que ciertos alimentos y productos únicos estén más disponibles, aumentando su valor y, a su vez, los ingresos de los pequeños productores. También, puedes comprar en los mercados de agricultores locales, que a menudo promueven la biodiversidad y las variedades locales.

Dale un toque verde a tu hogar

Crear espacios verdes en las jardineras de tu balcón o en tu jardín ayuda a que las ciudades respiren. Los grandes espacios verdes crean sombra y también limpian el aire, refrescan la ciudad y reducen la contaminación del agua. Cultivar alimentos también es divertido y una forma de aprender sobre las plantas y apreciarlas, mientras mejoras tu dieta. ¿No tienes espacio? Participa en una huerta comunal local. Nutre el medio ambiente y a tu comunidad.

Vístete sostenible

Los Sistemas Agroalimentarios no sólo producen alimentos, sino que también producen fibras como el algodón y la lana. Sé sostenible en tu forma de vestir. Respalda la moda y las marcas que sean socialmente responsables e investiga las marcas antes de comprarlas. ¿La ropa se produce de manera sostenible? ¿Las empresas respetan los derechos de los trabajadores? ¿La empresa devuelve algo a la comunidad? También, puedes donar ropa vieja a organizaciones benéficas y comprar ropa de segunda mano, para apoyar un estilo sin desechos.

¡Comenta y comparte información!

Expresa tu opinión y comparte conocimientos e información en línea. Consigue que más personas se preocupen por cómo se producen nuestros alimentos y cómo afecta esto a nuestro planeta. Sensibiliza acerca de una mejor nutrición y apoya abiertamente a los restaurantes o empresas privadas que están haciendo esfuerzos auténticos para ser #HéroesDeLaAlimentación.

Hagamos de este Día de la Alimentación, ¡un día que cambie el mundo!

Recuerda, ¡nuestras acciones son nuestro futuro!

Día Mundial de la Alimentación ¿por qué preocuparnos?

Día Mundial de la Alimentación ¿por qué preocuparnos?

¿Sabías que nuestra forma de producir, consumir y, lamentablemente, desperdiciar alimentos, cobra un precio muy alto a nuestro planeta, ejerciendo una presión innecesaria en los recursos naturales, el medio ambiente y el clima?

Con demasiada frecuencia, la producción de alimentos degrada o destruye los hábitats naturales y contribuye a la extinción de especies. Esta ineficiencia nos está costando billones de dólares, pero, lo más importante, es que los Sistemas Agroalimentarios actuales están exponiendo desigualdades e injusticias profundas en nuestra sociedad mundial. Unos 3.000 millones de personas no pueden permitirse dietas saludables, mientras que el sobrepeso y la obesidad continúan aumentando en todo el mundo.

La pandemia ha subrayado la necesidad de un cambio de ruta urgente. El Covid-19 ha hecho que sea aún más difícil para los agricultores, que ya se enfrentaban a la variabilidad del clima y los fenómenos extremos, vender sus cosechas. Mientras, el aumento de la pobreza empuja a un mayor número de residentes de la ciudad a utilizar los bancos de alimentos y millones de personas necesitan ayuda alimentaria de urgencia.

En resumen, todas las sociedades del mundo necesitamos de manera urgente implementar Sistemas Agroalimentarios Sostenibles que sean capaces de alimentar a 10.000 millones de personas en 2050.

¿Y ahora qué?

El Secretario General de las Naciones Unidas convocó a la primera Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios, el pasado 23 de septiembre, para forjar un consenso acerca de nuevas y audaces acciones para transformar la forma de producir y consumir alimentos en el mundo, y así recuperar la senda hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil, las organizaciones internacionales, el mundo académico y también nosotros como comunidad civil, estamos llamados a cooperar. Necesitamos influir en lo que se produce, aumentando nuestra demanda de alimentos nutritivos producidos de manera sostenible y, al mismo tiempo, ser más sostenibles en nuestras acciones diarias, ante todo reduciendo la pérdida y el desperdicio de alimentos.

También, tenemos la responsabilidad de crear conciencia sobre la importancia de un estilo de vida saludable y sostenible. Los esfuerzos para mitigar el cambio climático, la degradación medioambiental y nuestro bienestar dependen de ello. Necesitamos activar un movimiento alimenticio que abogue por un cambio ambicioso.

Recuerda, ¡nuestras acciones son nuestro futuro!